Pa que se rian un chin

El marido entra al aposento en horas de madrugada y encuentra a su esposa completamente desnuda, ya que no llevaba puestos ni sus lentes recetados, y en compañía de un hombre tan en cueros que hasta se había afeitado el bigote.

-¡Canalla, malvada, no puedes negar que estuviste nueve meses en el vientre de una mujer tan chivirica que cuando tenía dos hombres se deprimía porque su capacidad machil requería un mínimo de tres!

La pareja se había arropado hasta el cuello con la sábana, y mientras el hombre tenía impreso en el rostro el miedo, la mujer miraba a su marido con un asomo de sonrisa en los labios.

-Pero no te apures, fundillo vibrátil, que de este cuerno se va a enterar el país, porque lo voy a publicar en un periódico de circulación nacional para que no puedas salir ni a la puerta de la casa donde te mudes, aunque esté ubicada en un paraje de la región fronteriza- dijo el marido, con voz alterada por la mezcla de la ira y la vergüenza.

Se disponía a continuar con la pela de lengua, pero la mujer se incorporó en la cama, y tomó la palabra.

-Antes de que sigas con esa exhibición de boxeo verbal, debes enterarte de algunas cosas, entre ellas que fue este señor que aquí ves quien me dio los cincuenta mil pesos para completar el dinero con que compraste el carrito usado para tu trabajo de vendedor,

Los ojos del marido se abrieron como los de los locos cuando los invade el miedo, pero se repuso rápidamente, y paró las orejas para no perder detalle del improvisado noticiario conyugal.

-Este hombre con quien he tenido esta única y última relación amorosa nos libró de perder esta casa cuando estaba hipotecada regalándonos unos miles de pesos largos, que yo mentí al decirte que era papá quien lo había hecho. Y no sigo hablando en detalle porque resultaría muy larga y aburrida la lista de los servicios que este generoso caballero nos brindó.

Con la mano derecha acariciando su barbilla, el esposo había dado albergue en su cara al ensimismamiento, que rompió súbitamente.

-¡Mujer del diablo, la próxima vez que te metas con él en un cuarto tan frío, abrígalo mejor que esta noche, para que no vaya a contraer una pulmonía!

Abandonó la habitación después de saludar afectuosamente a la pareja, y minutos después se escuchó el sonido del motor del vehículo adquirido con ayuda del usuario esporádico del cuerpo de su cónyuge.

Lo saque del blog de Mario Emilio Perez!