SEGÚN LAS ENCUESTAS, UN INSTITUTO CATALAN (MANLLEU), EL MÁS RACISTA

por glipster Mar 17 Mar 2009 - 19:40

Racismo en Cataluña
Los resultados de dos recientes encuestas han arrojado resultados sobrecogedores sobre el avance del racismo en Cataluña.
Un estudiante del Instituto de Manlleu entrevistó a 528 alumnos de entre 12 y 18 años. A la pregunta directa sobre si están a favor o en contra de la inmigración, el 64,5% respondió que“en contra”. El 91.6% de los encuestados consideró que en su localidad ya había demasiados inmigrantes (en la actualidad son un 8,6% de la población de Manlleu). Y para rubricar el espanto, el 55,4% de sus compañeros de instituto se considera racista.
No hace tanto que Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, en un acto público, alertaba sobre“los riesgos” que la inmigración representaba
[size=9] El autor del trabajo contrasta estas escalofriantes cifras con las ofrecidas hace poco por el Ministerio de Educación en las que sólo un 10% de los estudiantes españoles se consideran racistas. Podría pensarse que estas cifras no son sino la inmadura expresión de un puñado de adolescentes. Sin embargo, los resultados del barómetro del Govern de la Generalitat, presentado este mes de agosto, echa por tierra tan benevolente hipótesis. En él se afirma que el 48,6% de los consultados opina que el número de emigrantes en Cataluña (que apenas alcanza al 3,4% de la población) es“excesivo”.
¿Cómo es posible que en Cataluña, donde al comienzo de la transición existían los hábitos de democracia y tolerancia más arraigados de toda España, se hayan abierto paso actitudes de xenofobia y racismo tan extendidas, que quintuplican la media española? ¿Quién y cómo ha abierto las puertas a este infierno en una sociedad que siempre ha tenido a gala su“seny”, su disposición a comprender, tolerar e integrar?
Para entender la explosiva magnitud de este fenómeno en el interior de la sociedad catalana, y su diferencia abismal con lo que ocurre en el resto de España, no hay otro camino que indagar su conexión directa con los veinte años de gobierno nacionalista que vive Cataluña. Sólo en la exacerbación de los elementos identitarios impulsada por la línea dominante en el nacionalismo catalán en estos años, y en la extendida convicción de que la inmigración representa un desafío y una amenaza para la pervivencia de sus señas de identidad, sobre cuya base se asienta el poder y el dominio de la burguesía catalana, es posible hallar un fundamento sólido a ese auge espectacular de la xenofobia y el racismo.
Que esto no es una mera hipótesis, sino una realidad efectiva lo han corroborado hace bien poco las cabezas más destacadas del propio nacionalismo. No hace tanto que Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, en un acto público, alertaba sobre los riesgos que la inmigración representa y se quejaba amargamente de que su marido tuviese que estar día sí día no entregando casas a los magrebíes y diseñaba un apocalíptico futuro en que desaparecían las iglesias románicas sustituidas por mezquitas. Ante la polvareda levantada por esta confesión pública de xenofobia, Pujol salió a la palestra para defender a su esposa y asegurar que lo que Ferrusola había dicho en público, muchos (él entre ellos, evidentemente) lo pensaban en privado.[/size]
Antes de que amainara el temporal, el anciano Heribert Barrera (líder histórico de ERC) añadía más leña al fuego, defendiendo como alternativa para Cataluña la línea xenófoba y racista del protofascista Haider en Austria.[/size]
Pero el president no se conformó con excusar a su esposa, sino que días después, en una conferencia sobre“Globalización e identidad”, elevaba las ideas de Ferrusola y Barrera a fuste teórico de la nueva ideología del nacionalismo catalán, rechazando abiertamente el mestizaje y el multiculturalismo, y abogando por un severo control de la inmigración, el mantenimiento de una cultura de referencia para todos (la nacionalista catalana, se entiende) y no ofreciendo otro camino que la asimilación.[/size]
Es en la deriva ideológica de este sector de la burguesía catalana, que ve en la nueva ola migratoria el riesgo de perder las sólidas bases de su dominio económico y político, donde está el principal foco difusor de esta mortal gangrena que amenaza ya, por la magnitud de su extensión, el futuro de toda Cataluña.[/size][/size][/size]

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	No hace tanto que Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, en un acto público, alertaba sobre“los riesgos” que la inmigración representaba